viernes, noviembre 19, 2004

La brecha digital (the digital gap)

La brecha digital pasa por mi casa.

Para el que no haya oido la expresión, se utiliza para referirse al elemento adicional de distanciamiento entre los paises "ricos" y los "pobres" que supone el nulo uso de las nuevas tecnologías de la información por los habitantes de estos últimos. El concepto se puede extender al interior de los paises "ricos" donde también existen grupos sociales que no tienen acceso a estas tecnologías.

Está bien dar la definición de las expresiones raras y/o nuevas cuando se habla de ellas a alguien que no conoces. La primera vez que me hablaron de brecha digital, fue uno de los diálogos más tontos que he tenido. Subía yo por las escaleras que llevan a la biblioteca flotante de teleco/informática (monumento al gasto y a los delirios de grandeza del arquitecto) cuando me encontre con un compañero que me preguntó:

-¿Vas a la conferencia?

-No, voy a estudiar un rato. Pero sí que he visto unos carteles, oye ¿de qué va? -me interesé sinceramente.

-...pues, mejor que te lo explique éste que está mas enterado.

-De la brecha digital. - Me espetó el citado enterado, y se quedó tan pancho.

Ante este desafío a mi pose de superculto-superinformado utilicé, de forma mas instintiva que consciente, un sutil truco que me podía ayudar a obtener algo más de información.

-Una vision general del tema ¿no? -A veces me sorprendo a mi mismo.

Su respuesta no me aclaró nada. Pero, como los diálogos entre desconocidos duran 4 intervenciones, a mi me tocó el hasta luego y el desconocido no le contará a nadie lo inculto que soy.

Esa misma noche, Google me explico lo que era la brecha digital. (Es lo bueno de estar en este lado.)



Pues sí, la brecha digital pasa por mi casa. Cruza por encima de la mesa del comedor. A un lado nos sentamos mi padre, mis dos hermanos y yo y al otro se sienta mi madre. En muchas comidas, la conversación deriva hacia la informática, o Internet y vemos como mi madre se aleja a bordo de su placa tectónica. Como no nos puede oir, se pone a pensar en sus cosas: en los pedidos, en los representantes, en los adornos de Navidad. Mientras tanto, al otro lado de la brecha, se habla de bytes, de Hertzios, de la IP del router, del muestreo de la tarjeta de sonido o de instalar el getright tras formatear el ordenador.



Esta brecha, al igual que dificulta las relaciones entre los paises, las puede complicar en mi familia. Como botón, un ejemplo.

Mi hermano Alberto, empezo el otro día a hablar con mi padre de las últimas páginas web que había visitado y a los 3 segundos apareció la brecha. Las páginas eran concretamente unos interesantes blogs que había descubierto.

Yo, conociendo el respeto de mi padre por nuestra intimidad y viendo a mi madre navegar cerca ya del horizonte, me atreví a decir que Alberto y yo también habíamos creado nuestros propios blogs. Y nos pusimos a comentar esta nueva moda. Entonces fue cuando mi padre dijo:

-Yo, el otro día entré en el blog de una prostituta.

La mirada de mi madre fue fulminante. (Y eso que cuando la miré, seguramente había descartado ya que blog significase prostíbulo y se estaba imaginando alguna página de telesexo pagada con visa.)

-Ahora entiendo el tiempo que te pasas en tu cuarto. - Dijo mi madre, menos enfadada de lo que yo temía (la confianza en mi padre le hacía esperar una explicación aceptable).

Mi padre siguió, con la sonrisa de quien se cree inocente:

-Que, ya sabes que en Internet yo no hablo con nadie ni nada de eso, (seguro que ese tema hace temblar menos a los del otro lado de la brecha) Sólo busco información.

La explicación no parecía demasiado aceptable; buscando información en el blog de una prostituta... Finalmente aclaró, acorralado, que había entrado de casualidad (era un blog muy famoso, con muchas visitas) y al entrar se dio cuenta de qué iba y salió inmediatamente. Solo entonces, mi madre, se quedó tranquila.


Contenido en realidad: 100%

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

que bueno tio

9:37 p. m.  

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