viernes, enero 07, 2005

La igualdad

En realidad, la braga roja no fue el único regalo.

En casa de mi abuelo, los Reyes me dejaron un sobre con libras escocesas. Billetes nuevos, sin marcar no correlativos.

A mi abuelo le gusta escribir en los sobres, porque sabe que su letra se parece mucho a la de los Reyes Magos. Cuando yo todavía creía en los Reyes, mis abuelos traían a casa regalos el día 6, cuando venían a comer, junto con una nota manuscrita de mi abuelo en la que ponía: "Queridos Fernando y Alberto, estos regalos los hemos dejado en casa de vuestros abuelos Irene y José Luís que os quieren mucho. Firmado SS.MM. los Reyes Magos."

Alberto y yo, que todavía no sabíamos leer, teníamos clarísimo que esa letra era la de nuestro abuelo. Y pensabamos: "¿Por qué se empeñará tanta gente en hacerse pasar por los Reyes Magos?". Procurábamos no darle muchas vueltas, aunque yo siempre pensé que mi abuelo tenía celos de los Reyes.

Ahora tengo delante el sobre que me dió ayer. Ya no se molesta en mantener la farsa y firma con su nombre. Pero ahora sé que sí que es la letra de los Reyes Magos.


En el sobre pone:

Cuentan de un tonto que un día
los sesos se devanaba
de tanto que cavilaba
pensando esta tontería:
¿por qué el Señor nos haría
desiguales? ¡Qué rareza!
"Pues menuda es tu simpleza"
-contestaron sus dos pies.-
"Si andas, colás; ¿por qué es?
Porque no somos cabeza."

A mi Nieto en Reyes Magos 2005
Irene y José Luís