miércoles, abril 06, 2005

Repetimos

Siempre añade cierto morbo a las cosas que repetimos, el llevarlas a cabo en un lugar diferente, nuevo.

No seais malpensados. Lo estoy flipando mientras escribo por primera vez desde el aula de Internet de la escuela. Y, por si os parece poco, se me va a terminar la reserva de una hora en menos de diez minutos. Adrenalinaaaaa.


No hay tiempo que perder.


Os cuento. Ayer Alber me explicaba lo que había pensado para algún post venidero (y ya llego yo a plagiarle un poquito). Me describió con detalle una actitud/comportamiento que le desagradaba sobremanera. Consiste en tratar a la gente como si no mereciera la pena discutir con ellos, no tomandose en serio sus ideas ni sus cabreos y dándoles la razón como a los locos. (Me dijo que, aunque algunas de las personas que conoce se ganan a pulso que se las trate así, en ningún caso le parecía aceptable. Que es, como dar por perdida la relación con esa persona.)

¿Condescendencia? -Le pregunté. Y me respondió que sí, que no se había acordado de que había una palabra para eso.

Condescendencia es una de esas palabras que se aprenden tarde. Cuando ya no le preguntas inmediatamente a tu padre qué significan las palabras nuevas, en cuanto las oyes. Por eso cuesta pillar el significado. Yo, hace poco que empecé a pensar que tiene el significado que ahora CREO que tiene. (Ya estoy divagando otra vez.)

Se me acaba el tiempo. Seguiré en casa después de cenar.